jueves, 31 de mayo de 2007

let me tell you the story about the call

...that changed my destiny.

El martes 29 del presente por fin recibí la llamada que cambió mi destino (si es que tal cosa existe, aunque lo dudo). Hoy fui a ver la Vista Hermosa y salí con una sonrisa tan grande que me tragaba las orejas: el día de mi vigésimo primer cumpleaños comenzaré una era completamente nueva: nada más y nada menos que mi primera gran aventura seria en el mundo laboral, en la número 25 de las Fortune-five-hundred.

Libiamo per questo!

Estoy, literalmente, en los cuernos de la luna.

lunes, 28 de mayo de 2007

Mis memorias con la economía

En un larguísimo ensayo que yace tranquilo en las páginas de mi Moleskine y lleva por número el seis, hago una disertación sobre cómo fue que descubrí maravillosa y ebriamente cómo Jorge Luis Borges en toda su genialidad, me enseñó economía mediante su famoso cuento: "El jardín de los senderos que se bifurcan".
Todos los detalles se hallan en tal libreta, pero lo importante aquí es que ahora que reflexiono con mayor cuidado, yo ya sabía algo de economía mucho tiempo antes. Me explico.
Resulta que desde el 7 de junio de 1996 hasta el 25 de septiembre del 2001 usé bracketts (o frenos para los puristas de la lengua). Como mis papás son ortodoncistas, jamás he pagado ni un peso por cuestiones odontológicas.
Al igual que pasa con los hijos de psicólogos, por poner un ejemplo burdo, yo resulté un desgraciado para cuidar mis dientes. ¡Cinco años y pico con frenos! Frenos que por supuesto, se caían una y otra vez hasta pulverizar esmalte y dentina de mis dientes anteriores y superiores (como aclaración, diré que los frenos de abajo sólo estuvieron dos años, contra los cinco de los superiores).
Ahora, con tres cursos de economía muy básica encima, puedo reflexionar sobre la genialidad de Hayek y Von Mises, cuando dijeron que el estado no puede sustituir al mercado porque no conoce el costo de oportunidad.
Desde niño había concluido que uno: "no valora lo que no paga". ¡Economía para dummies, ni más! Por esto es por lo que del total, el 90% de los estudiantes de cierta universidad mexicana son casos perdidos, por esto es por lo que el seguro social está como está, y por eso es por lo que mis dientes terminaron como terminaron antes de un excelente trabajo de odontología estética por parte de mi mamá. Cuando uno no conoce o no tiene noción de lo que sacrifica al tomar una alternativa, entonces no tiene incentivos para siquiera mostrar respeto por lo que ha escogido. ¡Fantástico!
Ésta es una de las grandes nociones que me ha dado la economía.

lunes, 21 de mayo de 2007

Sobre los crossovers

El sábado pasado me di una vuelta por el Mixup de Plaza y como siempre, busqué las mismas cosas que siempre busco. Válgame.
El caso es que reprendido anteriormente por mi falta de prodigalidad, decidí darme un gusto ligero, aunque tal vez un poco más deseado por la ocasión. Me refiero a un DVD de Hoobastank, mi banda favorita. Aunque tuve que decidir entre ése, otro DVD, esta vez de Lifehouse, y el primer disco de la primera banda mencionada, al final me quedé con La Cigale, que es un concierto semi-sinfónico donde la banda mezcla la dulce agresividad de su rock alternativo con un revestimiento forzosamente exultante dado por la orquesta. Suena como Yanni en sus mejores tiempos; pero suena bien, al fin y al cabo: sobretodo escuchar Same Direction con música de fondo tipo persecución de James Bond.

Esto me llevó a reflexionar cómo una de de las herencias más notables de la década de los fabulosos noventa fue la institucionalización del crossover como:
1. - Una forma en que una banda, solista o grupo fuera capaz de alcanzar nuevos mercados mediante la diversificación y conocimiento de un público ajeno a su música.
El pionero en estas cosas se llama Luciano Pavarotti, quien con sus conciertos de Pavarotti & Friends llevó el Pop hasta las salas de concierto más o menos cultas. Se dieron cita en ellos gente como Bryan Adams, Celine Dion, Brian May, Aqua, Savage Garden, Maná, etc. Poco a poco, hacer crossover, como cita Dietrich Schwanitz en su famoso libro de La Cultura, se ha vuelto una necesidad para muchos artistas.
Es como esos cuadros de castas del virreinato: podríamos hacer toda una matriz enorme con los supuestos ya clásicos. Ejemplo: de hip-hop y música latina da reggaetón, de norteña y electróncia da Nortec, de norteña y reggaetón da Intocable tocando con Calderón, de ópera y lounge da ópera chillout, de ópera y pop de boy band da Il Divo, de ¡ópera y bolero! da Carlos Cuevas haciendo dueto con un César Rodríguez que canta el más nopalero italiano que he oído en mi vida.
Si bien el rock per se permite que sus estilos internos se fusionen muy frecuentemente, la fusión de géneros distintos resulta mezclas gloriosas, interesantes o francamente, deleznables. Sin embargo, esta opción como diversificación de la oferta musical es sumamente importante para que ya sea de manera temporal o de manera permanente, personas que no estén acostumbradas a ciertos ritmos puedan conocer un poco más del tremendo espectro de la música. ¿Quién sabe? habrá algún músico de cámara que se interese por el rap metal. Ésas son historias que vale la pena contar.

viernes, 18 de mayo de 2007

Mis manías y yo

Cuando era niño solía tener toda una serie de manías que casi cualquier persona consideraría normales: entre ellas se encontraba por supuesto no pisar ninguna raya o grieta en las calles (un imposible en Chill&GoLand), morderme la lengua hasta molestar a cualquier persona que estuviera cerca, o bien golpear con los dedos o con el canto de la mano todos los barrotes de las rejas de las casas por las que caminaba.

La historia viene al cuento porque en estos días de aprehensiva espera, me ha llegado una especie de nuevo ritual, consistente en que cada vez que veo un producto de La Compañía lo tomo inmediatamente y leo en su etiqueta que efectivamente es La Compañía quien lo ha hecho. Incluso esto se repite para todas las veces que paso por el mismo producto, esté en mi casa o no, y sabiendo o no que dicho producto fue hecho por La Compañía. Es una de las manías más extrañas que he desarrollado, quizá por lo impactante de la espera, quizá por que hacía varios meses no me cargaba la obsesión tan fuerte como ahora.

Mientras tanto, ayer fui al estadio a que me robaran la garganta y a salir ligeramente molesto por la irregularidad en el nivel de juego de mi equipo. Entraremos pronto a exámenes finales, con lo que espero poder terminar rápidamente el libro de Walker y seguir escribiendo. Me prometí terminar un libro para diciembre, y espero sinceramente lograr esa meta; aunque por otro lado, espero aprehensivamente que pronto no tenga tiempo de hacer nada.

A esperar, entonces.

p.d. Acabo de leer en el blog de Himeku que a ella ya le hablaron. ¡Enhorabuena!

martes, 15 de mayo de 2007

Las dos Odiseas

"Cuando llegamos al estacionamiento se veía la pista de despegues. Antes de entrar al auto de nuevo; miré a la pista tras la lluvia y entonces deseé con todo mi corazón que alguna vez hiciera un viaje mágico a una tierra lejana" --- Introducción a la Odisea (1999)

Han pasado casi ocho años desde que escribí el texto que sirve de medio epígrafe a esta entrada. Un poco después de haber pasado seis días en Orlando, en Space Camp; me sentí con una enorme cruda moral, pero también con el enorme deseo de relatar lo sucedido. Así nacieron una serie de narraciones escritas por la computadora de un niño de trece años, en uno de sus peores años escolares y después de haber perdido su grupo de amigos. Con todas las faltas que ahora tolero de mi propia hermana, quien hace sus pininos en la escritura, relaté la historia de lo que había sido la primera Odisea.

"Dijo la maestra: -Quisiera hacer un pequeño alto para pedirle un favor a un compañero que acaba de tener una maravillosa aventura, José Joaquín, porfa ponte de pie y relátanos tu Odisea...” --- La Post-Odisea (1999)

La Primera Odisea ocurrió entre el 10 y el 16 de octubre de 1999. Después de haber contestado correctamente un cuestionario sobre astronomía, entré el 4 de septiembre a una prueba de habilidades físicas y de búsqueda de información para ganar una semana de campamento en Space Camp. De muchos que aplicaron, quedaron cien semifinalistas. Y ganamos veinticuatro.
La narración de aquellos acontecimientos está contenida en el texto "Una helada odisea", donde en un estilo singularmente infantil cuento cómo se fueron aquellos días de ensueño: algún día tendré la fuerza moral para leerlo y no terminar en el suelo riéndome o llorando por las obsesiones de aquel niño.

"P.D. Sé ahora que escaparé de nueva cuenta. Las odiseas se devoran." --- La Moleskine de Dykter, artículo 7 (2007)

En fin. La Segunda Odisea ocurrió hace dos semanas. Del 28 de abril al 5 de mayo de 2007. Después de haber contestado correctamente un cuestionario sobre habilidades de liderazgo, de pasar una prueba de habilidades mucho más difícil y dos entrevistas, fui escogido junto con otros veintinueve valientes para un seminario de finanzas en la mas lontana ciudad de Santiago de Chile. Algún día contaré la historia completa, pero en este momento no: mejor lean el blog de Himeku para saber un poco más de slang latinoamericano.

Lo que quiero enfatizar es que estos dos milestones sirvieron para propósitos distintos en distintas etapas de mi vida. Una la acogí con tórrido romanticismo; la otra con un alivio sorprendente. Una fue para tiempos de crisis, la otra para tiempos de sana y dura recuperación. Una para recordarme que todos estamos llamados a ser líderes, la otra para recordarme que jamás debemos negarnos a esta verdad. Una para construir, y la otra también. Una para retar paradigmas, y la otra también. Una para hacerme sentir como nunca, y la otra también.
Como digo en la libreta, y como parafraseo a cierta camioneta: escapar es un arte

May- Reading List

¡Perdón Himeku por lo de la copia!
me parece una idea excelente la lista de libros. Prometo que la lista de películas no la pondré porque no soy tan cinéfilo. ¡Saludos, de cualquier modo!

Para mayo: espero poder terminar ahora sí El Río Prohibido del Tíbet, de Wicliffe Walker. Antes creía que los libros de viajes eran de lo más interesante que existe, pero al darme cuenta de que no muchos comparten mi manera lúdica-rimbombante-fársica de redactar, los libros de viajes no fueron tan buenos. Chatwin me aburrió a medio libro cuando comenzó a hablar de sus miles de amigos que se dedicaban a la música étnica, a la moda old-fashioned style o a la restauración de arte (aunque me mate Ale). Phil Caputo falló en engancharme con la historia de una investigación en Kenia para descubrir qué fueron en realidad The Ghost and the Darkness, los dos leones que salen en Garras (una película malona con Anthony Hopkins). Esta vez espero que la narración, que comenzó a decaer cuando la leí en un avión, nos ayude más o menos a terminar exámenes, a seguir adelante en la escritura del libro primero de mi tetralogía (el primer freno en todo el año) y a soportar la espera de The Call.

Entrata Uno


Ni tengo idea de porqué me animé a hacer un blog para mí. Me prometí a mí mismo que sólo iba a escribir en mi fabulosa y ya bastante golpeada Moleskine; pero como el tono comenzó medio rimbombante y ha ido degenerando poco a poco por diversos estadíos: de una sobrada justificación y jactancia medio filosóficas a una serie de diatribas violentísimas contra mis fantasmas ideológicos, pasando por supuesto por la melancolía que llega a veces y con cada vez menor frecuencia durante los tiempos vorticoidales (aquellos de mucho trabajo administrativo) y la sinceridad abrupta acerca de mis experiencias con el Núcleo; por todo esto decidí comenzar a escribir en electrónico cosas-no-literarias y dejar la Moleskine con su rígida estructura para cuando halle momentos de lucidez.

Por mi parte, estoy esperando con cada vez mayor obsesión aquella llamada que (esperemos, por favor) me haga recordar los tiempos en que mi hermana era fanática de los Backstreet Boys y no de Il Divo; y me haga cantar ésa de: Let me tell you the story about the call that changed my destiny...
Espero contar en el siguiente post un poco acerca de la Odisea, parte II. (Mi Odisea, no la de alguien a quien buena parte de la población de este planeta cree un tipo amarillo, calvo, gordo y de frases irreverentemente deliciosas, sin el que nadie de nuestra generación puede vivir). Esta OII tuvo como el ochenta por ciento de concordancias con la Odisea original, aunque con mucho, mucho alcohol. Ya sabremos después.