La globalización está de moda tanto para quienes la defendemos como para quienes la defenestran. Sin embargo, hoy recibí un correo del cuate de LA Compañía que contenía el Newsletter del seminario, con todo y noticias mixtas de lo que pasó aquí (se les fue el heroico: el trade margin es negativo!) y lo que pasó en Europa.
Revisando un poco en el Facebook para ver de qué se trató el EFS, me percaté de algo importante, distinto a nuestra experiencia: que allí había máximo dos o tres del mismo país y su variedad era impactante: vi un ruso, inglesas, españoles, un griego, gente de Sudáfrica y el administrador del sitio es árabe. Bendita la diversidad humana.
Contrario a nuestro felice caso donde como buenos latinoamericanos nos gritábamos en castellano y nunca llegábamos a una conclusión seria (dejando de lado a un par de brasileñas); allá en Ginebra sólo podían comunicarse en inglés y ahí sí, había pexes y cosas históricas más serias entre ellos.
Que si los mexicanos somos los verdaderos más soberbios de la región, o que los venezolanos tomaron el liderazgo de las cosas porque saben que su país no va a parar a ningún buen lugar, o que los argentinos se creen lo que piensan de sí mismos o que los chilenos son la excepción que confirma a la regla en cuanto a ordenados, respetuosos, poco maliciosos y muy cortantes latinoamericanos no se compara con el hecho de que un árabe conviva con un sudafricano o un inglés, donde la cosmovisión, la formación, la ideología, los hábitos y los husos horarios son radicalmente distintos.
Esto me lleva a pensar en la importancia que es para la formación de una persona el contacto con gente muy distinta a sí. He tenido la oportunidad de convivir con gente de toda mi ciudad, de todo mi país y toda mi región, y espero en un futuro tener contacto similar con personas de todo el mundo (como en el EFS) y han sido experiencias increíbles. Yo considero mucho más grave un prejuicio contra aquellos aspectos de una persona que ésta no puede escoger (sexo, raza y nacionalidad) que las que sí. Por ello creo que estar con gente de muchos lados con muchos contextos distintos es fundamental para crear interrelaciones valiosas y sobretodo, personas de "formación integral" sin cacaerar el término.
Como creo que los "ye" somos una generación rescatable (al contrario de la anterior y la siguiente), está en nuestros manos poder mediante el conocimiento y el respeto a nuestras diferencias crear para esta generación la única igualdad racional, la igualdad de oportunidades; sin desviaciones ni prejuicios.
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