jueves, 28 de junio de 2007

Che sarà

La canción más famosa de José Feliciano, aquel conocido y bilingüe (con ésta, hasta trilingüe nos salió) invidente puertorriqueño es una del grupo italiano "Ricchi e Poveri", que vendría siendo más o menos como el Mocedades de Italia. Me refiero, por supuesto, a "Chè sarà".

A pesar de que el título de la canción puede sonar determinista (y el determinismo sólo ha servido para justificar atrocidades), en realidad es una de aquellas odas que me gusta llamar "Canzoni eroiche", es decir, canciones heroicas.

Chè sarà habla de un punto en el camino del héroe que es fundamental; y es la partida del hogar. La partida del hogar significa un punto en el que es forzoso crecer; en que el héroe tiene que dejar la seguridad del nido para perseguir ese gran incentivo final después de tantos y tantos peligros, de la ayuda de sus amigos y/o de su mentor y de enfrentar al némesis. Este viaje servirá para aplicarlo en pro de una idea que nos retribuirá en el bien propio o común (o como se dice en economía, en el mayor bien para el mayor número)

Aquellas palabras iniciales de "Pueblito mío, que estás sobre la colina; dormido como un viejo que se muere" reflejan algo que todos y cada uno de nosotros tenemos que hacer algún día. Dejar el hogar. Y aunque no me voy de mi casa ni nada por el estilo, a niveles puramente emocionales todos lo estamos haciendo. En estos días, que he asumido por completo el control de mis finanzas, que he dejado de ver a mis abuelitos (¡Habrase oído!) y que entro de lleno al mundo laboral; ese principio universal de las finanzas de: "Crecer duele y crecer cuesta" resuena como eco dentro de mí, con mucha más fuerza que la de hace meses, cuando platiqué con Gogan del asunto.

He escuchado a mis mejores hermanos enfrentar decisiones, enfrentar problemas, incluso querer dejar todo lo que han conocido por toda su vida por esa irrefrenable necesidad que a veces todos sentimos de escapar. Sin embargo, resistimos. Resistimos porque creemos. Resistimos porque saldremos. Resistimos porque somos.

La última estrofa de esta canción refleja lo que tiene que ocurrir tarde o temprano, pero que no pasa nunca en nuestra memoria y nuestros pensamientos, y que siempre nos acompaña, en los viajes de todos y cada uno de nosotros.
"Ya mis amigos se fueron casi todos, y otros partirán después que yo. ¡Lástima! Porque adoraba su amada compañía; Pero todo pasa, todo se va. ¿Qué será? ¿Qué será de mi vida, qué será? Si sé mucho o no sé nada, desde mañana se verá. ¿Qué será? ¡Será lo que será!"

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