lunes, 10 de marzo de 2008

¿Algún día se van a cansar de probarnos los puntos?


Nunca había puesto atención al asunto, pero la verdad sea dicha: resulta que uno de los grupos (en realidad, el hombre que era el grupo) que marcaron un punto neurálgico en la historia de mi vida resultó ser un irredento miembro de la "progresía".

En el año de 1999 (léase un post pasado al respecto), New Radicals triunfó con su único disco "Maybe you've brainwashed too", que desde el titulito y desde la imagen de un hombre con un código de barras (o EAN-13) en el zapato uno entiende perfectamente el tipo de discurso que carga.

Y la verdad, no me había fijado. Le tengo mucho aprecio a la música imaginativa de Gregg Alexander (dueño, padre y señor del concepto de New Radicals) por lo que ese tiempo significa para mí y lo que esas canciones me dicen. De hecho, difícilmente puedo encontrar algo que afecte o que vaya en contra de mis opiniones en un video donde un grupo de anarquistas destruyen un centro comercial y meten a los empresarios en jaulas para animales. Es todavía más difícil que yo no lo vea como un representante de aquel maravilloso verano (Mi "Summer of '99"), y en cambio tomarlo como una aburrida y previsible y sosa y retacada de clichés crítica a todo lo que los "progres" critican. (nos manipulan, somos títeres, hay que hacer algo, la falsedad de los artistas que los consumidores prefieren, bla bla bla bla bla bla).

Pues bien, tanto sigo apreciando a New Radicals y tanto no me molestan sus letras y su concepto que, leyendo un poco de la historia del grupo, me hallo con una bonita lección de capitalismo que estoy seguro, el propio Alexander no vio venir.


Resulta que New Radicals tenía un concepto de "ven y toca y salte cuando quieras". Es decir, una bonita banda que pretendía eliminar toda barrera de entrada a la institución, salvo el "pasarla bien". Obviamente, sin ningún tipo de incentivo o sin ninguna competencia entre los miembros del grupo basado en talento, aunado a la centralización de las decisiones por parte de Alexander (quien era el único miembro "permanente", y supongo que con derecho a veto), New Radicals pronto terminó en el fracaso. Incluso poco antes de darle release a su segundo sencillo, el genial "Someday we'll know", Alexander emitió una declaración de prensa donde anunciaba la separación. En palabras textuales:

He stated that he "accomplished all of [his] goals with this record" and that "the fatigue of traveling & getting three hours sleep in a different hotel every night to do boring 'hanging and schmoozing' with radio and retail people, is definitely not for [him]", that he "lost interest in fronting a 'One Hit Wonder' to the point that [he] was wearing a hat while performing so that people wouldn't see [his] lack of enthusiasm"

Muy divertido, en todo caso. Lo más chistoso es que una canción tan "contestataria" como "You get what you give" terminó siendo usada para anunciar automóviles y películas, y por supuesto, elevada por el mercado como una canción de culto para aquellos que vivimos la transición entre siglos cuando apenas éramos unos pubertos.

"El número 64 de los mejores One-Hit wonders de todos los tiempos".

Y yo pregunto... ¿Qué no se cansan de probarnos los puntos?

¿No se cansan los amos de la contracultura de demostrar la recóndita armonía de un mercado cuando los demandantes que lo conforman hacen populares sus diatribas?

¿No se cansan, de verdad?

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